Bienvenidos A La Excelencia

A mediados de los 90, Eduardo Cuellar y Sylvia Anzola eran profesionales ya establecidos trabajando y viviendo en Bogotá, Colombia. Eduardo como médico (cirugía general) y Sylvia como psicóloga. Aunque ambos amaban su trabajo y eran muy bien reconocidos en su campo, a ellos se les dificultaba llegar a final del mes. “No éramos felices con el estilo de vida que estábamos construyendo para nosotros mismos y para nuestros hijos”, recuerda Eduardo, a lo que Sylvia añade, “nos preocupaba mucho el futuro porque aún como profesionales ni siquiera nos acercábamos a alcanzar nuestros sueños”.
Durante unas vacaciones en la isla caribeña de Aruba, conocieron a Alejandro Riviello, su Patrocinador, quien les presentó a Herbalife. “Comenzamos como clientes”, dice Eduardo. “Nuestra hija, María Angélica, estaba tratando de controlar su peso. Ya habíamos intentado otros planes nutricionales, pero nada había funcionado. Así que decidimos intentarlo con Herbalife”.

PASANDO DE CLIENTE A DISTRIBUIDOR
Después de que María Angélica comenzó a usar los Productos para el Control de Peso de Herbalife®, comenzó a bajar de peso y a sentirse magnífica. Eso fue suficiente para convencer a la familia completa. Muy pronto, ellos ya querían compartir Herbalife con los demás. “Los resultados tan excelentes que obtuvimos nos motivó a recomendar los productos”, dice Sylvia.
Como Distribuidores Independientes Herbalife, Sylvia y Eduardo se dieron cuenta que no sólo
iban a disfrutar de los beneficios nutricionales de los productos Herbalife®, sino que también,
iban a poner en marcha el negocio que les iba a ayudar a obtener la libertad económica por la
que siempre se habían esforzado tanto.

LA EXTRAVAGANZA REVELA UNA VISIÓN MÁS AMPLIA
Un fin de semana de 1997, durante un viaje a la Extravaganza de Chicago, fue lo que impulsó
a Eduardo y a Sylvia a llevar el negocio al siguiente nivel. “Fue nuestro primer contacto con la compañía”, recuerda Sylvia, “y fue cuando pudimos tener una visión más amplia”. “Chicago fue impresionante para nosotros”, dice Eduardo entre risas. “Creíamos que iba a ser una reunión de estilo académico, pero todas las personas estaban bailando y pasándola muy bien”. “Escuchamos todos los testimonios, y eso nos llenó de inspiración y nos dimos cuenta de que nosotros también podíamos hacerlo”, agrega Sylvia.
La pareja regresó a Colombia con un sentido renovado de entusiasmo para su negocio. Tomaron bien en serio los Métodos Diarios de Operación (MDO), reclutando a otros para su equipo. Ocho meses después, Sylvia dejó su trabajo y se dedicó a Herbalife tiempo completo. “Al principio no buscábamos un ingreso grandioso”, dice Eduardo, “simplemente estábamos contentos con lograr ese dinero adicional”. Durante los próximos cuatro años, ella y Eduardo desarrollaron su negocio muy “a lo natural”. Ellos tenían un negocio, como dice Sylvia, en una “manera muy sencilla y básica”, con reuniones en la sala de su casa.
Con el tiempo, ellos abrieron una oficina y desarrollaron reuniones de entrenamiento más formales. “Comenzamos un sistema con unos cuantos Distribuidores”, nos explica Sylvia, “y eso se duplicó porque las personas comenzaron a traer más y más prospectos para que se unieran a nuestra organización”. Eduardo y Sylvia también asistieron a los Seminarios de Entrenamiento del Éxito (STS), Fines de Semana de Liderazgo (LDW), Extravaganzas, y otros eventos para estimular su negocio. “Esto le dio solidez al crecimiento de nuestra organización y permitió que se
duplicara muy rápido”, dice Sylvia.

UN ASUNTO DE FAMILIA
¿Qué tanto ha cambiado Herbalife la vida de Sylvia y Eduardo? La respuesta de Eduardo se resume en una sola palabra: “¡Completamente!”
En el 2001, Eduardo se retiró de la práctica médica y se unió tiempo completo en el negocio con Sylvia como Distribuidor Independiente Herbalife. Hoy en día, la pareja vive en una casa nueva y disfrutan de varias vacaciones al año.
En el 2005, sus hijos, María Angélica y Eduardo Jr. —ya todos unos profesionales en finanzas y
negocios— se unieron al negocio de la familia. “Ellos llevan Herbalife en sus venas”, nos dice Sylvia entre risas. Ellos están completamente comprometidos a sus carreras como Distribuidores Herbalife. “Trabajamos como un equipo y eso es algo muy valioso”, dice Sylvia. “Ahora nuestro futuro está lleno de optimismo y entusiasmo, gracias a Herbalife”.